Solo hay que quererlo
Quizá el mundo termine dentro de diez años, o de veinte, o de cincuenta. Quizá el mundo dure otros quinientos años, o mil, o dos mil. O quizá el mundo no termine nunca, eso no lo puedo saber, pero lo que ya ha terminado, y de eso hace ya bastante tiempo, es la fe, mi fe en el ser humano. Hay muchas causas que me llevan inexorablemente a esta conclusión y ...
Puedes leer el resto del relato en el libro "Origen"